Nuevos profesionales para nuevas demandas sociales . Por Facundo de Almeida *

Nuevos profesionales para nuevas demandas sociales 

Por Facundo de Almeida 

La situación crítica que afronta la preservación del patrimonio cultural en la Argentina no se limita exclusivamente a la crisis que enfrentan los inmuebles patrimoniales por falta de mecanismos legales y decisión en la gestión: los derechos están garantizados pero no se hacen efectivos o esos efectos llegan tarde. 
Tampoco la clara limitación de recursos. Los miembros de la Comisión Nacional del Museos, Monumentos y Lugares Históricos y sus delegados en las provincias desempeñan sus funciones ad honorem y sin presupuesto propio para intervenir, tan siquiera en casos de urgencia, como un riesgo de derrumbe o deterioro grave. 
Esta situación también se extiende a la conservación de los bienes muebles, en particular los que integran el acervo de los museos, fundamentalmente por la falta de recursos o directamente por no tener una sede propia, como los casos del Museo Nacional de Arte Oriental o del Museo del Cine de la Ciudad de Buenos Aires, por citar sólo dos ejemplos muy (in)visibles en la capital del país. 
En este difícil contexto, resalta una buena noticia, la jerarquización de la formación que ofrece la Escuela Nacional de Museología, que fue creada inicialmente como Curso Nacional de Museología en la década del 70 del siglo XX, y que ofrecía desde hace algunos años un título de Técnico Superior. Titulación de nivel terciario, alejada de las exigencias actuales en materia de gestión de la cultura y de difícil vínculo y transición con la enseñanza universitaria. 
En la práctica, esa propuesta –sobre todo desde la transferencia de los servicios educativos a las provincias, a partir de la denominada Ley Federal de Educación– no terminaba de conformar una oferta educativa acorde a la profesionalización que este servicio público –finalmente, eso son los museos– requiere. 
El acuerdo suscripto entre la Comisión Nacional de Museos, de Monumentos y Lugares Históricos y la Universidad Nacional de Lanús, mediante el cual implementarán una licenciatura en Museología Histórica y Patrimonial, abre una nueva oportunidad de capacitación, en un ámbito de trabajo históricamente relegado. 
El propósito de la carrera es brindar conocimientos y desarrollar competencias tanto para la investigación, conservación, documentación y gestión del patrimonio cultural, como para su comprensión, interpretación y comunicación. 
Esta propuesta educativa adquiere aún más relevancia en el contexto actual, si tenemos en cuenta –como los propios organizadores reconocen en la presentación del proyecto– que la cuestión patrimonial “se ha instalado en la agenda social y pública…, y hay una nueva conciencia patrimonial” que les exige a los profesionales del sector “conocer las nuevas demandas de la sociedad”. 
Esperemos que estos futuros profesionales del patrimonio sepan reconocer, interpretar y canalizar esas demandas sociales, porque ya no se trata solamente de buscar la respuesta técnica más adecuada, sino también de comprender que la cuestión patrimonial forma parte –y cada vez más– de la agenda pública.

* Lic. en Relaciones Internacionales. Magister en Gestión Cultural. Docente del Master en Gestión Cultural en la Universidad de Alcalá de Henares y del Programa de Conservación y Preservación del Patrimonio en la Universidad Torcuato Di Tella, http://facundodealmeida.wordpress.com